Otra de las maravillosas “calas ocultas de la isla”.
Esta cala, nada convencional, es afortunadamente, una cala poco frecuentada, por lo que se ha convertido lugares preferidos para la práctica del nudismo. Cada vez tiene mas adeptos, pero por lo general, no es una cala muy concurrida.
La cala es una extensión de planchas de piedra, surgidas de la explotación de una antigua cantera y se encuentra sobre la base de un acantilado, junto a las increíbles aguas cristalinas que rodean a esta maravillosa isla.
Es un lugar tranquilo, donde ocasionalmente, algunas personas lo aprovechan para practicar técnicas orientales, tales como el yoga, o el shiatsu. Además, como curiosidad, entre las paredes de esta cala, hay una pequeñísima cueva, en la que han encajado un pequeño colchón, y la que es previsiblemente utilizada
A 4 Km. de San Antonio, a esta cala se puede acceder a través de un camino pedregoso, del que es aconsejable ir con calzado cómodo o con chanclas de las que van cerradas. Pero no preocuparse, tampoco es un camino tan difícil como el de Atlantis…
En verano, es fácil encontrar a un hombrecillo con una nevera portátil ofreciendo refrescos. Pero es preferible asegurarse, llevando agua y comida, ya que no hay nada cercano para aprovisionarse.
Las puestas de sol en esta cala también son espectaculares, ya que, como en muchas calas de la isla, combina a la perfección el paraje de la montaña, con la frondosidad de sus árboles, junto con la grandeza del mar.
Si buscas un lugar tranquilo donde tomar el sol y estar junto al mar… ésta es tu cala.
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