Me cuesta mucho escribir esto…. pero quiero hacer un ultimo homenaje a un “ser” al que quiero mucho y ha decidido dejarnos.
Me refiero a Fiona, una perrita bulldog ingles, que para quienes no la conozcan, era la perra de mi hermana pequeña y la preciosidad a la que cuidé durante un año.
Fue imposible no hacerlo, me enamoré de ella la primera vez que la vi. El destino hizo que se cruzara en mi camino y compartiéramos muchísimos momentos felices durante aquel año en el que fuimos inseparables.
Los que habéis perdido a una mascota y los que conocías el amor que sentía por Fiona, entenderéis la gran perdida que es para mi.
Esta pequeña preciosidad me ofreció su amor incondicional y su compañía. Solo pedía a cambio, al igual que todas las mascotas, que pasara todo el tiempo posible con ella.
Se rascaba “la lomera” contra las piedrecillas del suelo de los parques, y para quienes no conocen esa forma de rascarse de los perros con patas pequeñas…. se creían que a la pobre le estaba dando un ataque epiléptico… siempre se le quedaban mirando, aunque ella disfrutaba de lo lindo.
Para refrescarse, se tiraba en plancha al suelo, estirando las patas delanteras hacia delante y las traseras, hacia atrás, quedando como una “alfombra“….
Recuerdo también, lo a gusto que dormía en su lado del sofá…. apoyando su cabeza en el apoya brazos…
Viajar en coche no le emocionaba, pero siempre, se portó muy bien.
Disfruto muchísimo aquel día en “Las Colmenas”, en aquel gran terreno, con casi toda la familia, incluso participo en el juego “adivina la profesión” interpretando el papel de “cerdito trufero”…..
Son muchos los recuerdos que me gustaría compartir, pero me quedo con lo bien que me hacía sentir SIEMPRE.
Me cuesta creer que ya no te vaya a ver mas.
Esta vez, soy yo quien agacha la cabeza y se queda con mirada triste por que te has ido. Nunca te olvidaré.
Descansa en paz.
